El profeta Ioná

Hashem le habla al Profeta Ioná, y le dice que vaya a la ciudad Ninve, a hablar con sus habitantes, a decirles quevan en Teshubá por los actos que hicieron que no estaban bien.

Ioná Hanabí no quería ir a Ninvé, entonces decidió escaparse de Hashem en un barco. Pensando que Hashem no iba a volver a hablarle.

Cuando el barco estaba en el mar, Hashem mandó un viento muy muy fuerte. Este viento provocó olas, altas altas. El barco, subía y bajaba ensima de las olas, se movía tanto tanto, que casi se rompía.
La gente que estaba en el barco, ante la desesperación, decidieron tirar a Ioná al mar, a ver si así, lograban calmar las aguas.

Así fue, que el viento paro y el mar se calmó. El barco siguió navegando con tranquilidad.
Hashem mandó una ballena, y se lo tragó a Ioná. Ioná entró en la panza de la ballena, y tenía miedo! Además no estaba cómodo, hacía mucho calor, estaba todo oscuro …
Ioná quería salir de la panza de la ballena, entonces le hizo Tefilá a Hashem. Le pidió: Hashem, sacame de este lugar y yo voy a ir a Ninvé, a cumplir con tu pedido, decirle a los habitantes que vuelvan en Teshubá.

Y así fue, que Hashem le ordenó a la ballena, sacar a Ioná de adentro suyo. Ioná salió sano y salvo, sin ni una lastimadura. Luego, fue a Ninvé e hizo que la gente vuelva en Teshubá.